El auge de los vehículos eléctricos es innegable. En vista de la creciente conciencia ambiental, la eficiencia energética y las políticas gubernamentales favorables, cada vez son más los conductores que deciden alejarse de los vehículos de combustible fósil para dar paso a unos parcialmente o completamente eléctricos.
En este contexto, la infraestructura de carga se ha convertido en una pieza fundamental para asegurar una transición exitosa hacia un futuro más limpio y eficiente en términos energéticos.
Detrás de cada cargador de coche eléctrico hay una compleja ingeniería que va mucho más allá de simplemente suministrar energía a las baterías eléctricas de los mismos. Un aspecto crítico y, en muchas ocasiones, pasado por alto es la protección IP (Ingress Protection) que estos dispositivos incorporan.
¿Qué significa la protección IP de un cargador eléctrico y qué papel cumple en el correcto funcionamiento y seguridad de los mismos? Desde Chargeverse, ¡te lo contamos!

¿Qué es la protección IP?
Como veníamos diciendo, los cargadores eléctricos son, en esencia, el equivalente a las estaciones de servicio para los vehículos de combustible fósil. Sin embargo, a diferencia de las estaciones de servicio, que están diseñadas para soportar condiciones climáticas de todo tipo, los cargadores de coche eléctrico son dispositivos electrónicos y, como tal, pueden ser sensibles a las condiciones ambientales como el agua y el polvo. Aquí es donde entra en juego la protección IP.
La protección IP, o protección contra la penetración, es un estándar que se utiliza para definir los niveles de resistencia que un dispositivo ofrece a la intrusión de partículas sólidas y líquidas.
En el contexto de los cargadores de coche eléctrico, la protección IP es fundamental para garantizar que el dispositivo pueda soportar las condiciones climáticas y ambientales en las que se utiliza.
Por su parte, el sistema de clasificación IP consta de dos dígitos. El primer dígito va del 0 al 6 y se refiere a la protección contra la intrusión de partículas sólidas. El segundo dígito, que va del 0 al 8, indica la protección contra la intrusión de líquidos.
La importancia de la protección IP en los cargadores eléctricos
Los grados de protección IP comprenden un factor crucial a la hora de elegir un cargador de coche eléctrico u otro. Esto se debe a que estos dispositivos se utilizan a menudo en exteriores, donde están expuestos a diversos factores ambientales como la lluvia, la nieve, el polvo y los escombros.
En el caso de los cargadores eléctricos, existen diferentes grados de protección IP que son relevantes. Aquí detallaremos algunos de los grados de protección IP más comunes, así como los aspectos técnicos que implica cada uno de ellos.
Grados de protección IP
Grado de protección IP44
Un cargador eléctrico con una calificación IP44 está protegido contra la intrusión de objetos sólidos mayores de 1 mm, como herramientas y cables, y contra salpicaduras de agua desde cualquier dirección. Este grado de protección es adecuado para cargadores eléctricos que se utilizarán en interiores o en áreas protegidas al aire libre.
Grado de protección IP54
Si el cargador eléctrico tiene una calificación IP54, significa que tiene una protección adicional contra la acumulación de polvo que podría interferir con su funcionamiento.
Además, también está protegido contra salpicaduras de agua desde cualquier dirección. Este grado de protección es adecuado para áreas con mayor exposición al polvo y al agua, como un garaje o un patio.
Grado de protección IP65
Los cargadores eléctricos con una calificación IP65 están completamente protegidos contra el polvo y también pueden soportar chorros de agua a baja presión desde cualquier dirección. Este grado de protección es ideal para instalaciones al aire libre donde el cargador puede estar expuesto a condiciones climáticas adversas.
Grado de protección IP67
Por último, un cargador de coche eléctrico con una calificación IP67 puede resistir brevemente la inmersión en agua hasta 1 metro durante 30 minutos y está completamente protegido contra el polvo.
Este es el grado de protección más alto comúnmente disponible para cargadores de coche eléctrico y es ideal para lugares con climas extremos o para estaciones de recarga públicas donde la exposición a las inclemencias del tiempo es constante.
¿Por qué la protección IP es esencial en los cargadores eléctricos?
Una protección IP adecuada es esencial para garantizar la longevidad y la seguridad de tu cargador de coche eléctrico, protegiendo al dispositivo contra posibles daños causados por factores ambientales que pueden interferir con su funcionamiento y acortar su vida útil.
De esta forma, un cargador que tiene un grado de protección IP adecuado para su entorno de uso tendrá un rendimiento óptimo y durará más tiempo. Además, un cargador de coche eléctrico con una alta calificación IP te ofrece la tranquilidad de saber que tu cargador puede soportar diversas condiciones ambientales.
Esto es especialmente importante si vives en una zona con un clima extremo o si tu cargador está ubicado al aire libre y está expuesto a la lluvia, la nieve y el polvo.
En resumen, la protección IP en un cargador de coche eléctrico no es un aspecto que se deba pasar por alto. Esta clasificación es un factor determinante para garantizar la eficacia, seguridad y durabilidad de tu dispositivo.
Por lo tanto, cuando estés en el proceso de adquirir un cargador de coche eléctrico, asegúrate de tener en cuenta el grado de protección IP que ofrece. ¿Necesitas asesoramiento profesional? En Chargeverse estaremos encantados de ayudarte. Contacta con nosotros.